Corren tiempos difíciles, llenos de angustia y preocupación, que no sé a vosotros, pero a mí, se me está poniendo un poco difícil, aquello de conciliar el sueño. Suelo practicar habitualmente la meditación y otros ejercicios de atención plena y crecimiento personal, que me ayudan a vivir en el momento presente, tal y como es. Aprendiendo a no juzgar y aceptar lo que toca.
Hoy os dejo un sencillo ejercicio de visualización que aprendí hace tiempo y me encanta. A mi me funciona y por eso quiero compartirlo con vosotros. Lo podéis hacer antes de ir a la cama, o en cualquier otro momento en que necesitéis relajar un poco la mente.
Túmbate en la cama y apaga la luz. Si quieres puedes tener una luz blanca encendida y música relajante puesta. Ten todo el cuerpo estirado boca arriba y lo más cómodo posible. Respira despacio, pero profundamente con el tórax, abriendo y cerrando tus costillas.
Empieza a imaginar un cielo azul maravilloso, sin una nube. Durante un ratito recuerda el olor y sensación del aire cuando el cielo está despejado. Recuerda lo a gusto que te sientes ante un día así. Después a ese cielo dibújale en la mente un inmenso y profundo océano azul. Observa detenidamente que está en calma y que puedes oír las suaves olas. Siente la profundidad y serenidad de ese mar durante otro ratito.
Después a ese cielo maravilloso y a ese sereno y profundo mar añádele un bello sol amaneciendo. Inúndate de la sensación de frescura y renovación que nos transmite el amanecer todos y cada uno de los días de nuestra vida. Y durante un ratito disfruta de él. Por último introdúcete a ti en la imagen, encima de una verde hierba. Siente el frescor y relajación que te transmite y disfruta de ella otro ratito.
Para finalizar hazte con una visualización del conjunto y durante varios minutos disfruta de la serenidad que te aporta hasta que te sientas completamente relajado.
“Estas hoy donde tus pensamientos te han traído; estarás mañana donde tus pensamientos te llevarán”
James Allen