Además de reducir la sintomatología de los mareos, practicando Pilates de manera adecuada, conseguirás un raquis cervical móvil, estable y especialmente resistente, mejorando considerablemente el dolor cervical y el control postural.
Hoy te cuento como te puede ayudar Pilates a mejorar tus mareos.
Son muchas las alteraciones cervicales que pueden ocasionar mareos. Entre las más comunes podemos encontrar la compresión de elementos neurovasculares o vasculares debido a cambios degenerativos de las vértebras cervicales; un aumento importante del acortamiento y rigidez de la musculatura del cuello; o cuando se produce un conflicto entre la información que ofrecen los receptores de movimiento del cuello, comparada con la información de movimiento que ofrece el sistema vestibular del oído y la vista.
Se ha comprobado la conexión entre los receptores de la columna cervical y los núcleos vestibulares, lo que puede justificar que la disfunción cervical produzca la sensación de mareo o desequilibrio, al producirse un conflicto sensorial entre la vista, el vestíbulo del oído y los receptores de movimiento del cuello.
A todos nos ha pasado que, estando parados, por ejemplo sentados en el vagón del metro o en nuestro coche, de repente sentimos que nos movemos cuando en realidad se ha movido el vagón o el coche de al lado. Sentimos inestabilidad-desequilibrio debido a que los ojos notaron movimiento, pero el líquido del oído y el cuello-cuerpo permanecieron inmóviles.
Por su acción sobre la cabeza, el cuello es el punto de partida de las reacciones de equilibrio y la movilidad es una de su funciones esenciales, teniendo en cuenta que hace que la mirada se mantenga horizontal y la orienta en todas sus direcciones. Por ese motivo, es muy importante mantener la tonicidad del cuello ya que esta se encuentra funcionalmente vinculada con la movilidad ocular.
¿Como te ayuda el método Pilates a mejorar los mareos?
Durante los ejercicios de Pilates, la cabeza debe moverse en armonía con la columna, ni más ni menos, respetando la relación «barbilla-esternón», y la mirada ha de acompañar ese movimiento. De esta manera aprenderás a realizar los movimientos de forma natural, alejando la parte posterior del cuello de los hombros, y extendiendo las vértebras situadas justo debajo del cráneo.
Es imprescindible mantener la distancia correcta entre el pecho y la barbilla, para evitar colapsar la zona cervical con una extensión o flexión excesivas, ya que lo queremos es involucrar la parte superior de la espalda en los movimientos y estirar el cuello, no tensarlo.
La clave está en pensar en la cabeza, como en una prolongación de la columna, para que pueda moverse en consonancia con la acción que estés realizando, ya sea flexión, extensión, rotación, o flexión lateral, en caso contrario la musculatura del cuello y la zona alta de la espalda se estará sobrecargando, llegando incluso a provocar una lesión sería.
¿Te parece difícil? Prueba esto…
«Imagina que se estira la nuca a la vez que se llevas ligeramente la barbilla al pecho, como si sujetaras una pelotita de tenis entre ambos, suavemente, sin presionarla, sin cerrar la garganta»
De pie es más fácil comprobar la diferencia entre tener una posición correcta, en la que el cuello y la columna están bien extendidos, y una posición incorrecta, en la que el cuello parece corto y encogido. ¡Haz la prueba dejando caer tu cabeza con desgana hacia atrás o hacia delante!
Como te decía al principio del post, Pilates es una buena opción si se realiza adecuadamente. Para mejorar este tipo de dolencia debemos incluir ejercicios de fortalecimiento muscular con contracciones isométricas, que producen un efecto antiálgico; ejercicios de elongación axial que garantizan la estabilidad del raquis, ejercicios de coordinación oculocervical, movilizando la cabeza y raquis cervical en todas direcciones; ejercicios para la cintura cervicoescapular, como el estiramiento cervical activo del cuello, disociación de brazos y colocación correcta de la cabeza; y ejercicios de flexibilización del cuello y columna cervical, sin olvidarnos de la insistencia del método sobre la reeducación postural, muy importante para efectuar un cambio completo en la actitud postural de la persona y promover hábitos saludables que consigan un raquis cervical móvil, estable y especialmente resistente, que te ayudará a mejorar considerablemente los síntomas de los mareos.
Si has llegado hasta el blog buscando una solución para tus mareos, espero que este post te haya servido de ayuda. Te invito a que lo compartas y comentes, será un placer leerte 😉
Marisa Rodriguez, profesora de Pilates y SGA. Fundadora de enesenciamovimiento
2 comentarios
Hola Marisa,
He empezado a hacer pilates con la idea de fortalecer la musculatura cervical, ya que recientemente he sufrido vértigos e inestabilidad y mejoraba cuando acudía al fisio y trabajaba esa zona.
Llevo sólo un mes, pero me doy cuenta que no estoy preparada y hay muchos ejercicios en los que noto como se me recarga la zona del cuello y empeoro otra vez.
Se lo he comentado a la profesora y únicamente me dice que no haga los ejercicios en los que se levanta el cuello de la colchoneta.
No sé si debería aparcar la opción de pilates hasta que esté totalmente recuperada o hay algunos ejercicios para reforzar esa zona de forma más gradual.
¿Qué me recomendarías?, también estoy pensando probar en otro sitio, pero si el problema es que ahora tengo el cuello con demasiada tensión, puede que no sea lo mejor.
Muchas gracias!
Un saludo
Hola Laura
Es díficil responder a tu pregunta sin una valoración previa. Son muchas las causas por las que puede molestarte el cuello en las clases de Pilates, entre las más comúnes, falta de fuerza (que según me comentas podría ser tu caso) o una mala ejecución de los ejercicios (doy por sentado que tu profesora te corrige y modifica los ejercicios para adaptarlos a tu necesidad, si no es así, estás en el lugar equivocado). Desconozco si estas tomando clases colectivas masificadas o son clases privadas o en un grupo pequeño. Esto sería lo recomendable, es la única manera de que Pilates pueda ayudarte con tu problema. Mi recomendación es que le comentes a tu fisio lo que te ocurre y que valore si puedes continuar con las clases de Pilates o que te recomiende ejercicios para fortalecer el cuello. Eso sí, si continúas con Pilates que sea con una atención lo más personalizada posible, al menos hasta que tengas la fuerza y control suficiente para trabajar sin hacerte daño. ¡Pilates sólo funciona cuando se hace Pilates!
Espero haberte ayudado, si tienes alguna consulta más, ya sabes donde encontrarme.
Marisa