La cervicalgia es el dolor localizado en la parte posterior o posterolateral del cuello, generalmente de origen muscular, óseo o articular, que afecta a la musculatura de rodea la columna cervical.
Existen muchos tipos de dolor cervical y muchos factores que favorecen su aparición, pero hoy te hablaré de las cervicalgias posturales, una de las más comunes debido a las malas posturas que vamos adoptando a lo largo de nuestra vida y que provocan que los músculos no tengan una buena funcionalidad y puedan contracturarse y originar molestias.
El dolor se localiza en la nuca y aumenta por las mañanas o al final del día. ¿Te ha pasado alguna vez? Si es así, sigue leyendo, este post te interesa 😉
Una mala postura influye directamente en el dolor de cuello. Unos hombros proyectados hacia adelante por ejemplo, modifican la mecánica normal de nuestra columna cervical y a la larga se desarrollan trastornos que en algunos casos son irreversibles.
Las malas posturas mantenidas a lo largo de años dan a lugar a diversas compensaciones musculares que van sumándose unas a otras. Como consecuencia la movilidad disminuye y se crean nuevos hábitos, adoptando en la mayoría de los casos, una actitud postural negativa para las vértebras y los músculos cervicales, que debido a un excesivo mal uso provocan dolor.
Lamentablemente la mayoría de los puestos de trabajo favorecen esta postura, por no hablar de las que adoptamos con el móvil o el ordenador, y así entramos en un círculo vicioso, del que es difícil salir.
Si trabajas mucho tiempo sentado, lo mejor es levantarse y caminar un poco para incorporar ejercicios de elongación y movilidad articular.
La postura que elegimos al dormir también influye respecto al dolor de cuello.
Dormir de lado es la mejor posición para cuidar el cuello. Usa una almohada que se adapte a la anatomía del cuello, que no sea ni muy blanda ni extremadamente dura. De esta forma se adapta mejor a la curvatura de nuestra columna.
Dormir boca arriba también es aceptable, pero nunca debemos dormir boca abajo, ya que el cuello permanece torcido todo el tiempo.
El estrés, es otro de los factores que favorece la aparición de las cervicalgias posturales. Muchas veces acumulamos tensiones que, sin darnos cuenta, se manifiestan como dolor en alguna parte del cuerpo, en este caso el cuello y las cervicales.
¿Quién no ha sentido el cuello tenso alguna vez?
Como ayuda el método Pilates en las cervicalgias
El método Pilates aporta grandes beneficios a esta patología muscular y es un recurso muy utilizado y eficaz en el tratamiento del dolor cervical.
A través de sus principios se puede promover la estabilización de toda la columna vertebral, la movilidad, la flexibilidad y el fortalecimiento muscular con el fin de proporcionar un equilibrio óptimo de todos los músculos de la región cervicodorsal y un alargamiento y relajación postural que reducirá el dolor.
Además en el método Pilates se trabaja mucho la conciencia corporal y esto es muy importante para efectuar un cambio completo en la actitud postural y promover hábitos saludables.
Para acabar te dejo mi consejo para tratar y prevenir la cervicalgia postural. Mantén una higiene postural adecuada, no estés en la misma posición durante mas de dos horas, evita el estrés y haz Pilates.
¿Has tomado nota? 😉
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