El método Pilates puede mejorar y mantener un buen estado en la columna, e incluso rehabilitar diferentes alteraciones motrices, siempre que se trabaje de la manera adecuada, porque de lo contrario sería contraproducente.

Si eres un lector habitual del blog, recordarás como te explicaba en esta entrada, que tu columna vertebral no es un pedazo de hueso recto y duro, sino un fascinante conjunto de partes móviles que nos sirve de sostén.

También te he contado, que con el paso de los años, el desgaste general de los discos o las malas posturas pueden acabar dañándola seriamente, lo que seguro resultará muy doloroso.

Hoy he recopilado para ti, una lista de las principales razones por las que debes practicar  Pilates, si quieres tener una columna fuerte y flexible.

Ya sabes lo que defendía su creador Joseph Pilates… ««Un hombre es tan joven como lo sea su columna vertebral». 

15 razones para practicar Pilates y cuidar de tu columna vertebral


1.- Reeduca y fortalece los músculos que sostienen y estabilizan la columna vertebral, ayudando a mantener una correcta alineación y mejora postural.


2.- Produce una elongación axial que ayudará a liberar la presión sufrida por los discos intervertebrales, aumentando el espacio entre las vértebras para mejorar la vascularización de vasos y nervios y la movilidad articular. La columna vertebral presenta curvaturas naturales que se acentúan por la fuerza de la gravedad, por determinadas posturas y por la edad, presionando sus articulaciones y limitando los movimientos, lo que puede provocar distintas patologías como hernias o protusiones discales.

3.- Potencia la estabilidad de la columna, reduciendo el estrés de todas las partes conectadas con ella, incluidas articulaciones, tendones y ligamentos, evitando lesiones de tipo ciático.

4.- Preserva las curvaturas naturales de la columna, aportando al cuerpo un punto de apoyo más sólido y con ello mayor fuerza, que favorece la correcta absorción de los impactos que se dan en la vida diaria, al caminar, saltar, correr, etc, y el adecuado reparto de las fuerzas.

5.- Aumento de la fuerza abdominal, que en consecuencia actuará optimamente como soporte de la zona lumbar.

6.- Facilita la alineación postural y funcional de la columna hacia su posición natural, haciendo los movimientos más seguros. Aprendemos a colocarla correctamente para poder trabajar todas las posiciones de una forma equilibrada y evitar lesiones.

7.- Reestablece la estabilidad en el núcleo, reequilibrando el cuerpo y alineándolo como es debido, reduciendo significativamente, e incluso haciendo desaparecer los dolores de espalda.

8.- Facilita la contracción equilibrada del transverso del abdomen, el diafragma, multífidos y músculos del suelo pélvico, lo que contribuye a la estabilidad de la región lumbo-pélvica, mejorando de forma notable nuestra alineación y postura al fortalecer esta área. El equilibrio muscular conseguido previene la fijación de la columna en todas las posiciones.

9.- La columna lumbar absorbe mejor las fuerzas ya que la presión ejercida sobre los discos vertebrales es homogénea en toda su superficie

10.- Favorece el alineamiento de las extremidades, proporcionando un anclaje fijo para que la musculatura superior e inferior trabaje correctamente.

11.- Permite una acción motriz fluida, y nos habilita a realizar tareas con el mínimo esfuerzo y eficiente uso de la energía.

12.- La correcta alineación de la columna vertebral, la cintura pélvica y escapular y el resto de las articulaciones produce una compensación muscular de fuerzas, permitiendo estabilizar las zonas exentas de movimiento, manteniendo «libres» las que se van mover.

13.- Produce una correcta transferencia de energía en las cadenas de fuerza, economizando el esfuerzo durante el movimiento.

14.- Los músculos se relajan y las articulaciones funcionan correctamente alineadas con el menor desgaste posible, haciendo los movimientos más precisos.


15.- Aumenta la conciencia corporal y proporciona una optima reorganización de nuestro mapa corporal, que nos permite «darnos cuenta» de nuestras malas colocaciones y tensiones innecesarias, ayudándonos así, a corregir nuestras malas posturas que pueden desembocar en distintas patologías, como escoliosis, hiperlordosis, hipercifosis…, mejorando por tanto los patrones posturales correctos

Sólo tienes una columna y debe durarte toda la vida.

Marisa Rodriguez

Instructora certificada del método Pilates

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