La respiración, es tan importante como cualquier otro principio de Pilates para crear un movimiento inteligente, seguro y eficaz que permita la correcta ejecución de los ejercicios y de esta manera poder obtener todos los beneficios del método.
No es la primera vez que hablo de este principio en el blog y seguramente no será la última. En esta entrada, aprendiste a respirar con Pilates. Hoy quiero explicarte con más detalle, porqué y para qué, se utiliza una respiración totalmente consciente y voluntaria.
Durante una clase de Pilates, la forma de respirar tiene un patrón definido tanto para inspirar como para espirar, y una secuencia concreta en cada ejercicio.
Respiramos expandiendo las costillas lateralmente al coger el aire y cerrándolas al expulsarlo, para poder mantener una correcta estabilización de las escápulas, una buena conexión abdominal y la pelvis neutra.
¿Por qué esta respiración?
El patrón respiratorio utilizado durante la práctica de Pilates favorece el empleo de los estabilizadores profundos del tronco. Una respiración superficial que sólo involucra la parte superior de la caja torácica, conlleva un uso excesivo de los músculos respiratorios accesorios y produce sobrecarga en la parte alta de la espalda y el cuello.
Por otro lado una respiración abdominal relaja completamente los músculos abdominales creando laxitud postural y deja la espalda sin protección durante los ejercicios.
¿Para qué esta respiración?
Anatómicamente hablando, durante la espiración, la caja torácica se cierra hacia dentro y hacia abajo mientras que la columna se flexiona ligeramente. Por esta razón se recomienda la espiración para favorecer la flexión de la columna.
Durante la inspiración la caja torácica se abre hacia fuera y hacia arriba a medida que se extiende la columna, por lo que se recomienda en los ejercicios de extensión.
Sin embargo a veces se puede cambiar el patrón respiratorio, por ejemplo utilizando la espiración durante una extensión de columna para ayudar a mantener el abdomen fuerte y dar apoyo a la columna lumbar.
Es importante destacar que este tipo de respiración es la utilizada en el método Pilates. Otros tipos de respiración pueden ser más útiles cuando se realizan otras actividades, no podrías respirar de esta forma si estás corriendo, por ejemplo.
Los músculos que hacen posible esta respiración consciente y voluntaria son dinámicos y se agotarían si tuvieran que estar todo el día trabajando. Es imposible realizar esta respiración de manera involuntaria. Tengamos en cuenta que el diafragma es el principal músculo inspirador y está diseñado para moverse hacia los lados, como en Pilates, pero también hacia arriba y hacia abajo, lo que no ocurre con la respiración utilizada en pilates.
Si anulásemos conscientemente cualquiera de sus movimientos naturales, dejaría de realizar todas sus funciones, llegando a producir bloqueos. Por lo tanto, la respiración de pilates es «sólo» para los momentos en los que se realizan los ejercicios del método.
Resumiendo y para acabar, respirar correctamente de una forma consciente y voluntaria durante la ejecución del método Pilates es importante, porque en muchos casos facilita la ejecución y otorga orden a los movimientos, ayuda en la estabilización escapular, mejora la articulación de la columna, ayuda a mantener una buena conexión abdominal y aumenta la concentración.
¿Te ha parecido complicada la respiración de Pilates? No te preocupes, en el próximo artículo te explicaré algunos ejercicios muy sencillos que ayudan a entender y asimilar el principio de la Respiración.
¡Hasta la próxima pilater@s! 😀
Marisa Rodriguez directora y profesora de Pilates y SGA en enesencia