En la entrada de hoy, voy a hablarte de una dolencia muscular, comúnmente conocida como falsa ciática o pseudociática, pero menos molesta y dolorosa que la verdadera ciática, Se trata de una contractura muscular muy común que provoca un dolor localizado en la nalga. Puede irradiar a la parte posterior del muslo pero sin sobrepasar la rodilla, por este motivo es a menudo confundido con lumbago o ciática. La diferencia está, en que el síndrome del piramidal, viene provocado por una compresión o pinzamiento del nervio ciático, y no por una hernia o protusión discal como ocurre en el caso de la ciática.
El músculo piramidal parte del sacro, camina a través de la pelvis por el agujero ciático mayor, y termina su recorrido en el borde superior del trocanter mayor. Es un rotador externo de la cadera y estabilizador en las grandes abducciones del miembro inferior (como ocurre en ballet por ejemplo). El nervio ciático pasa justo por debajo del músculo piramidal, como puedes ver en la ilustración.
El síndrome del piramidal se produce por la compresión o pinzamiento de este nervio, a modo de «sandwich» entre el piramidal y el gémino superior. Esto provoca hipertrofia o contractura del músculo, y como consecuencia se produce, parestesia, dolor y alteraciones en el recorrido del nervio ciático. Síntomas muy parecidos a una lumbociática.
Es una dolencia que afecta a todas las profesiones y a todos los niveles de actividad, pero sobre todo a bailarines, corredores y en general aquellas actividades que impliquen caminar, trotar o correr.
La causa más común suele ser la contractura muscular, pero puede aparecer también como consecuencia de un traumatismo, sobrecarga aguda, posturas forzadas, estrés postural (conducir, estar de pie o sentado durante mucho tiempo), malformaciones oseas de la pierna y problemas generales de actitud (escoliosis, una pierna mas larga que la otra, torsión de la pelvis, desequilibrio muscular…)
El dolor aparece en sedestación (tumbado boca arriba) prolongada, así como al permanecer de pie durante espacios largos de tiempo, también al cruzar las piernas porque aumenta la compresión sobre el nervio ciático. El dolor aumenta, al separar las piernas o si permanecemos mucho tiempo sentados sobre una superficie dura o al conducir.
Existen varios test diagnósticos para diferenciar el síndrome del piramidal de la ciática, el más utilizado es el Test de Lasègue (tumbado sobre la espalda elevamos la pierna a la vertical, si no hay dolor podría tratarse de una falsa ciática o sindrome del piramidal), pero sin duda alguna el mejor diagnóstico y tratamiento será la valoración por parte de un profesional sanitario.
Realizar estiramientos y fortalecer la zona afectada, bajo la supervisión de un profesional, junto con los masajes terapéuticos y el calor localizado, suelen ser de gran ayuda.
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