Sabemos que el dolor de espalda causado por los malos hábitos posturales es el más frecuente, ¿Cuántas veces lo has escuchado?

Es muy importante conocer las posturas perjudiciales para nuestra espalda a fin de evitarlas y corregirlas, previniendo de esta forma el dolor y mejorando sin duda nuestra calidad de vida. Por eso hoy te traigo algunos ejemplos de las posturas incorrectas que mantenemos en nuestra vida cotidiana y como modificarlas.

Sigue leyendo y corrige lo que te perjudica ;D

Ya te lo decía tu madre… siéntate bien por favor

Al sentarte, hazlo lo más atrás posible, con la espalda erguida y alineada manteniendo la columna firmemente apoyada en el respaldo, especialmente en la zona dorso lumbar.

El peso debe estar repartido en los dos isquiones y los pies completamente apoyados en el suelo con las piernas al ancho de las caderas. Si los pies no llegan al suelo puedes utilizar un taburete o similar para apoyarlos. Si fuera necesario pon un cojín o toalla enrollada  en la zona lumbar para mantener la columna bien apoyada en el respaldo de la silla. 

Vigila esos andares

Al caminar, mantén tu columna en posición neutral, respetando sus curvaturas naturales. El tronco debe estar erguido y  los hombros relajados para mantener el equilibrio corporal.

Si caminas hacia adelante, los músculos lumbares y abdominales soportarán el peso del cuerpo. Si por el contrario caminas inclinándotehacia atrás generas presión sobre la parte trasera de las caderas.

El pie debe apoyarse correctamente, primero talón, después metatarso y por último punta. Mira siempre al frente, si caminas mirando el suelo puedes generar presión sobre el cuello.      

La postura en la que duermes también importa

La forma en la que dormimos determina mucho nuestro descanso, las posturas ideales para estar acostados o dormir son aquellas que permiten que la columna lumbar y la cervical  estén correctamente alineadas.

La mejor postura es la posición fetal, de lado con las rodillas flexionadas y el cuello y cabeza alineados con el resto de la columna. También es buena postura, en decúbito supino (boca arriba) con las rodillas flexionadas. Por el contrario no es recomendable dormir en  decúbito prono (boca abajo), ya que puede modificar la curvatura lumbar y obliga a mantener el cuello girado para poder respirar. Mejor evita dormir boca abajo.

Al levantarte, colócate de lado al borde de la cama doblando las rodillas, baja las piernas y al mismo tiempo eleva el tronco ayudándote con los brazos, apoya los pies en el suelo quedando sentado/a.

Si vas a estar mucho tiempo de pie, hazlo correctamente

Cuando tengas que permanecer de pie, es muy importante que evites el aumento de la curvatura de la zona lumbar. Las piernas deben estar alineadas con las caderas y la pelvis neutra. Siempre que puedas, es muy útil apoyar un pie en una altura diferente, como un taburete o cajón de unos 10-15 cm de altura, y contraer los músculos abdominales. Cambia periódicamente de pie. Evita sostener pesos e interrumpe de vez en cuando la bipedestación estática con algunos pasos.      

Agáchate y vuélvete a agachar

Por último te dejo unos consejitos para que te «agaches» todas las veces que lo necesites sin miedo a que te duelan las lumbares 😉

Al inclinarnos debemos siempre evitar hacerlo con las piernas estiradas, flexionaremos siempre las rodillas antes de agacharnos. Para recoger objetos pequeños del suelo, lo haremos agachándonos apoyados con una mano en la rodilla.  

¡¡Recuerda, estos son algunos de los gestos que más repites a lo largo de tu vida y por eso la salud de tu espalda dependerá de como los realices!! 

Nos vemos en el próximo post.

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Gracias por estar ahí 😀

Marisa Rodriguez, profesora de Pilates y SGA. Fundadora de enesenciamovimiento

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