Descubre cómo integrar los fundamentos de Pilates en tus clases para impulsar el avance de tus alumnos
¿Alguna vez has tenido la sensación de que tus clases no están logrando que tus alumnos conecten de verdad con el método Pilates?
Si es así, te entiendo perfectamente. 😉
Como instructores, sabemos lo importante que es construir una clase que fluya, pero, ¿qué pasa cuando parece que algo no termina de encajar? La respuesta, mi querid@ colega, puede estar en cómo abordas el premat de Pilates.
Para mí, el premat es mucho más que una secuencia previa a los ejercicios principales. Yo lo veo como el pilar que sostendrá cada movimiento que mis alumnos realizarán después. En este artículo, vamos a profundizar en su importancia y cómo puede transformar la manera en la que enseñas y en la que tus alumnos experimentan Pilates.
La importancia del premat en Pilates
Para entender la importancia del premat tienes que pensarlo como un espacio, donde tus alumnos comiencen a construir una conexión consciente con su cuerpo que prepare no solo sus músculos, sino también su mente para el resto de la clase.
En las páginas del tiempo, el método Pilates ha escrito su propia historia de evolución y adaptación continua.
Sin embargo, hay algo que se ha mantenido inalterado: los fundamentos. Estos conceptos atemporales siguen siendo la base que orienta cada movimiento, cada clase y a cada instructor.
A pesar de las variadas perspectivas y enfoques adoptados hoy en día por las distintas escuelas de Pilates, todas concuerdan en un punto central: la conexión con los principios originales que forman su esencia y proporcionan la base sólida sobre la que se construye todo el método Pilates.
Como instructores de Pilates, enseñar estos fundamentos es una de nuestras responsabilidades más importantes. Son clave en todos los niveles, ya que ayudan a nuestros alumnos a entender claramente el propósito de cada ejercicio, facilitando el proceso de integración. Además, nos permiten identificar y corregir patrones de movimiento incorrectos, cambiándolos por otros más efectivos.
Cerrar los ojos e imaginar una clase de Pilates sin un buen premat me resulta imposible. Para mí, después de más de 16 años como instructora, es el corazón de cada clase. Creo que sin una buena base, cualquier movimiento posterior podría perder sentido, y eso es lo que me esfuerzo en evitar.
“Un instructor de Pilates debe estar preparado para enseñar un método de movimiento, no sólo ejercicios”
Marisa Rodriguez – «El premat de Pilates»
Porqué deberías incluir el premat en todas tus clases
El premat es el momento ideal para que los alumnos tomen conciencia de sus cuerpos y comiencen a aplicar los principios básicos del método Pilates. De esta manera, establecen un puente entre la preparación y la ejecución de los ejercicios más avanzados.
Integrar los principios desde el primer momento, garantiza que los alumnos no solo memoricen los movimientos, sino que comprendan cómo funciona realmente su cuerpo, facilitando el control total en la ejecución de cada ejercicio.
¿No es ese el sueño de todo instructor?
Por eso, hay que enseñarlos con paciencia, hasta que se conviertan en una parte esencial de su práctica y los hayan asimilado en cuerpo y mente. Solo cuando esto sucede, puedes pasar a la serie principiante, incluyendo siempre alguno de estos ejercicios básicos en todas las series de intermedio y avanzado, para poder construir movimientos más complejos y fluidos.
Si haces esto los diez primeros minutos de cada clase, estarás dando a tus alumnos la oportunidad de conectarse de forma más consciente con estos principios, y las herramientas para integrarlos de manera sencilla en cada movimiento siguiente.
Cuando los alumnos no entienden los fundamentos, pierden la conexión con el propósito de los ejercicios y, en consecuencia, con el método Pilates.
“Si quieres que tus alumnos comprendan el verdadero significado de los objetivos que se persiguen con la práctica de Pilates, lo primero que tienes que enseñarles son los fundamentos ya que son la base de todos los ejercicios y del método en sí”
Marisa Rodriguez – «El premat de Pilates»
Cómo mejora el premat la enseñanza de Pilates en todos los niveles
Para mí, una de las mayores ventajas del premat de Pilates es su versatilidad. Ya sea que estés enseñando a alumnos principiantes o avanzados, tienes la oportunidad de que, los primeros, tomen consciencia de su cuerpo en movimiento, además de ser la preparación perfecta para entrenamientos más avanzados.
Por otro lado, para los segundos, son la antesala de lo que vendrá después, y una oportunidad constante de volver a las raíces y reforzar los fundamentos.
Desde la respiración y la alineación postural, hasta el control del powerhouse y la estabilización escapular, cada uno de estos conceptos debe ser reforzado antes de que los alumnos pasen a movimientos más complejos, porque son la base de Pilates.
En mi experiencia, cuando incorporas el premat de manera sistemática, creas una estructura clara que facilita el aprendizaje y garantiza que cada alumno, independientemente de su nivel, esté en sintonía con los principios básicos. El secreto está en saber adaptarlo a las necesidades de cada nivel.
«Incluir el premat en cada clase ayuda a nuestros alumnos a recordar el propósito de cada ejercicio y a nosotros nos permite construir una base sólida para una práctica de Pilates que evolucione y crezca con el tiempo«.
Marisa Rodriguez – «El premat de Pilates»
Cómo introducir el premat de manera efectiva en cada clase
Para diseñar un premat que realmente aporte valor a cada clase de Pilates, lo importante es mantener un enfoque claro en la progresión del movimiento y asegurarse de que cada ejercicio contribuya de manera significativa al desarrollo de nuestros alumnos.
Si te estás preguntando cómo se logra esto, aquí te dejo algunos consejos para que tu premat sea una parte poderosa de tus clases:
- Define un objetivo específico que esté alineado con el de la clase en su conjunto. Comienza cada ejercicio explicando claramente cuál es su objetivo y cómo se relaciona con los principios fundamentales de Pilates.
- Selecciona cuidadosamente los fundamentos que reflejen los puntos clave que deseas enfocar, relacionándolos con los ejercicios siguientes de manera estratégica: el primero corrige y el segundo permite aplicar de inmediato la nueva habilidad.
- Incluye variaciones y modificaciones para adaptarte a las necesidades individuales de tus alumnos, manteniendo la cohesión dentro de la secuencia. Es una forma de mostrarles que estás comprometido con su progreso y desarrollo, y que estás allí para apoyarlos en cada paso del camino.
- Intenta que no sea demasiado corto y que los alumnos no estén debidamente preparados, ni demasiado largo y que los agote antes de empezar la clase principal. Después de experimentar con diferentes tiempos, 10 minutos suelen ser ideales para mí.
- Organiza los ejercicios de manera lógica y coherente, donde cada movimiento fluya naturalmente hacia el siguiente, asegurándote de que se construyan sobre los fundamentos previamente establecidos. Monitorea continuamente la respuesta de tus alumnos a la secuencia y ajusta según sea necesario para optimizar su experiencia.
- Haz pausas para explicar sin romper el ritmo de la clase. Tu tarea como instructor es encontrar el equilibrio adecuado entre dar información y mantener el ritmo de la clase para garantizar una experiencia fluida y efectiva a tus alumnos. Lo que a mí me funciona es limitar estas pausas a dos o como mucho tres en cada clase.
- Proporciona feedback inmediato y específico sobre la ejecución del movimiento, corrigiendo cualquier error o malentendido. Pero sin pasarte para que los alumnos puedan desarrollar la habilidad de reconocer y corregir sus propios errores. Mejor anímalos a identificar sus fallos y fomenta la autocorrección.
- Introduce variedad en los ejercicios para mantener la atención de los alumnos y activar diferentes partes del cuerpo. Sé creativo en la estructuración de tu clase, experimentando con diferentes secuencias y combinaciones de ejercicios, practicando la secuencia de la clase varias veces para familiarizarte con ella y asegurarte de que fluya sin problemas.
- Observa con atención. Este momento inicial de cada clase, es una oportunidad genial para evaluar cómo se mueven tus alumnos. No lo desperdicies y presta atención a lo que te dicen con sus cuerpos, sus gestos y sus palabras. Toma nota y haz los ajustes necesarios para la próxima vez.
- Añade movimientos que reproduzcan acciones que hacemos a diario para mejorar la funcionalidad del cuerpo. Estos ejercicios, además de preparar el cuerpo de tus alumnos para movimientos más específicos, también mejoran la funcionalidad y la resistencia en situaciones de la vida real.
- Integra algunos ejercicios que vayan más allá de lo físico y se enfoquen en estimular una mente centrada y receptiva. Por ejemplo, podrías incluir breves momentos de atención plena o visualización sobre como se siente su cuerpo sobre el mat, antes de comenzar con los movimientos físicos.
- Varía los planos de movimiento y las posiciones del cuerpo, para activar diferentes grupos musculares y articulaciones. No te quedes atascado en una sola forma de empezar la clase.
- No sustituyas los ejercicios de Pilates. Los ejercicios del premat están diseñados para preparar y conectar, no para reemplazar los ejercicios específicos de Pilates. Regresa a ellos en cada clase, incorporándolos como parte esencial de la preparación.
Por hoy es todo compañer@. 🤗
Espero que este post te haya ayudado a comprender el poder del premat. Es el momento de que lo incorpores en las clases y compruebes por ti mismo cómo tus alumnos se conectan con el método y avanzan con una base sólida y una mejor comprensión del movimiento.
¡Todo empieza en tu próxima clase! 👋
