Hoy quiero hablaros de como el método Pilates puede ayudarnos a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por este tipo de enfermedades. Todo cuanto voy a contaros lo aprendí de la mano de Natacha Bolaños con quien tuve el honor de certificarme en Pilates y los problemas neurológicos., experta y activa colaboradora en investigar las aplicaciones terapéuticas del Método Pilates y sus beneficios sobre la eficiencia muscular y articular en patologías neurológicas.

Empezaré haciendo un breve resumen de toda la información que los especialistas en el campo de la neurología ponen a nuestro alcance, para «definir» a grandes rasgos en que consisten las enfermedades neurodegenerativas y sus consecuencias.

Las enfermedades neurodegenerativas se caracterizan por la muerte de neuronas en diferentes regiones del sistema nervioso, con el consiguiente deterioro cognitivo, alterando muchas funciones corporales como el equilibrio, la movilidad, el habla, la respiración y la función cardíaca entre otros.

Dependiendo del tipo de enfermedad que se padezca (las mas conocidas y frecuentes son las enfermedades de Alzheimer, Parkinson, Esclerosis múltiple, Esclerosis Lateral Amiotrófica «ELA» o la enfermedad de Huntington entre otras) sus síntomas y complicaciones son múltiples y variables: espasticidad, debilidad muscular, dolor, vértigo, hipersensibilidad, perdida de equilibrio por fallo neuromuscular, fatiga, etc, pero todas ellas tienen un denominador común, y es el gran impacto que supone en la vida de los afectados y sus familiares.

Debido a esta complejidad y variabilidad de sus síntomas y complicaciones, y la ausencia de un tratamiento curativo efectivo, a pesar de los avances se hace necesaria la participación de equipos interdisciplinares en clínicas especializadas en patologías neurológicas, que puedan ofrecer a los pacientes el tratamiento sintomático, la rehabilitación neuromotora y la adaptación al medio que necesitan para tratar las secuelas que se presentan y mejorar su calidad de vida… medicina rehabilitadora, fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia, psicología… y pilates.

Cada vez son más los estudios que avalan que la práctica del método Pilates en pacientes con enfermedades neurodegenerativas, ofrece grandes beneficios para la mejora de la condición física, el mantenimiento de la postura, la psicomotricidad, la fuerza muscular, el equilibrio, la funcionalidad y la movilidad, que repercuten positivamente en su día a día permitiéndoles realizar las actividades de la vida diaria con mayor facilidad, como por ejemplo levantarse de una silla o ponerse de pie sin ayuda.

¿Por que Pilates?

Porque  ha demostrado ser una herramienta eficaz para mejorar no sólo las condiciones físicas, sino también mentales. Las últimas investigaciones de la neurociencia demuestran que el cerebro puede regenerarse mediante su uso y potenciación. Los seres humanos somos capaces de crear nuevas neuronas a lo largo de toda la vida, lo que puede incrementarse mediante el esfuerzo mental.

Las nuevas neuronas van a parar a las zonas del cerebro que más usamos, es lo que se denomina como neuroplasticidad. Ante los desordenes del movimiento y la postura derivadas de lesiones neurológicas es clave para la mejora funcional, ayudar al cerebro a reorgarnizarse, es decir que las partes sanas aprendan a compensar las funciones que realizaban las regiones que han sido dañadas.

La actividad puede moldear la mente y los ejercicios que se realizan en Pilates son ideales para desarrollar nuevos patrones neurológicos, ya que con la concentración que requiere cada movimiento, el cerebro crea nuevas vías para conseguir realizarlo correctamente reforzando la atención.  

Porque a través de la integración cuerpo-mente se promueve el conocimiento del cuerpo y se reeducan patrones de movimiento que se encuentran alterados o disminuidos severamente a consecuencia de la enfermedad (equilibrio estático y dinámico, enderezamiento, estabilidad, marcha…) creando patrones correctos de movimiento para mejorar la postura y la movilidad corporal necesaria para realizar cualquier actividad de la vida diaria, y además prevenir los dolores derivados de malas posiciones mantenidas.

Porque mediante el principio de alineación se favorece el movimiento correcto de las articulaciones minimizando el riesgo de contracturas propias de estas enfermedades. Una de las consecuencias de las enfermedades neurodegenerativas es la espasticidad muscular con el consiguiente riesgo de restricción de movimiento articular. El acortamiento de los tejidos blandos provoca inevitablemente una disminución del rango de movimiento y puede causar dolor y aumento de la discapacidad funcional. Por lo tanto es fundamental en la rehabilitación de este tipo de enfermedades mejorar la alineación postural manteniendo la amplitud completa del movimiento de todas las articulaciones.

Porque a través de la respiración,  pilates aumenta la capacidad pulmonar que se ve seriamente comprometida a consecuencia de la rigidez muscular que dificulta  la movilidad torácica. Además ayuda a minimizar el estrés y las tensiones musculares.

Porque estimula la propiocepción, aumenta el sentido del equilibrio, y mejora la coordinación y el control neuromuscular, aspectos que se ven muy afectados en personas con problemas neurológicos.

Porque el trabajo de elasticidad, fuerza y tono muscular que proporcionan los ejercicios de Pilates puede combatir la rigidez y el acortamiento que produce la espasticidad en algunos músculos interfiriendo en sus distintos movimientos y funciones, y a la vez mantiene los músculos fuertes y lo más activos posibles incluso en personas que presentan dificultades para caminar. Pilates trabaja con cargas moderadas y progresivas sin fatigar la musculatura dando prioridad al trabajo excéntrico, lo que favorece mantener la elasticidad y elongación del músculo.

Porque al tratarse de un ejercicio controlado mediante la respiración con movimientos lentos y fluidos, evitamos el riesgo de aumentar la presión arterial, la temperatura, la frecuencia cardíaca o incluso una disminución de glucosa en la sangre que podría producir cualquier otro ejercicio de tipo aeróbico en que el que se produce un alto gasto energético. La debilidad y la fatiga están muy relacionadas con los problemas neurológicos, así pues conviene evitar programas de entrenamiento que aumenten la fatiga del alumn@.

Porque el trabajo de reclutamiento del suelo pélvico y el power house, desarrollan la conciencia sobre la musculatura del suelo pélvico aprendiendo a contraerla o relajarla voluntariamente. En enfermedades neurodegenerativas es común la espasticidad en la vegija o en el esfinter por lo que es importante desarrollar la conciencia sobre esta musculatura.

Porque el método Pilates crea un circuito entre el cerebro y el músculo reconectándolos. Uno de las complicaciones de las enfermedades neurólogicas es el fallo de conexión que se produce entre el cerebro y los músculos. Insistiendo en las repeticiones de los ejercicios, conseguimos refrescar la memoria que poseen los músculos para los patrones de movimiento. Se trata de repetir, repetir, repetir… hasta que el cerebro sea capaz de repetirlo de manera automatizada.

Porque Pilates es un método de conciencia corporal y esto es de gran ayuda a la hora de reorganizar los patrones motores de movimiento y correctivos mejorando el estado físico y retrasando la progresión de los síntomas motores. Puede ayudar a rehabilitar la marcha, superar bloqueos, facilitar los cambios posturales, permitiendo mayor grado de autonomía para realizar tareas cotidianas que impliquen movimiento, como levantarse, vestirse, pasear… 

Porque teniendo en cuenta todo lo anterior la práctica del método Pilates, es una herramienta muy eficaz que hay que tener en cuenta para el tratamiento de disfunciones crónicas, que proporciona al enfermo un desafío en la ejecución de los ejercicios, buscando el control y el aprendizaje de una manera sencilla y placentera tanto para el cuerpo como para la mente, con el objetivo de mantener el mayor nivel funcional de la persona de forma que su calidad de vida se reduzca lo menos posible. 

Marisa Rodriguez profesora de Pilates y SGA

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