Incluir «SGA» o Stretching Global Activo como parte del entrenamiento deportivo nos ayuda a prevenir lesiones y recuperarnos mejor de las consecuencias de una actividad intensa y repetitiva.

El deporte forma parte integrante de nuestra sociedad y todos los especialistas de la salud coinciden en que debemos practicar alguna actividad física si queremos mejorar nuestra calidad de vida, pero cuando el deporte escogido se convierte en origen de dolores, deformaciones, compensaciones o impotencias de todo tipo, no sólo pierde su objetivo principal sino que altera el instrumento fundamental para su práctica, nuestro cuerpo, y por supuesto altera los resultados de la propia actividad física.

El cuerpo humano y en particular el sistema músculo-articular está preparado para la actividad física y deportiva, pero no obstante esta actividad puede generar «inconvenientes», si no se respetan unos principios tan fundamentales como desconocidos sobre el comportamiento de las cadenas musculares.  

Grupos musculares rígidos, perdidas de amplitud articular, deformidades, compensaciones , articulaciones dolorosas, lesiones recurrentes, todo ello debido a la práctica repetitiva de la actividad elegida, pueden convertir todas las virtudes de la actividad física en graves inconvenientes para la salud que a veces hacen abandonar la práctica por muy gratificante que parezca.

Cualquier movimiento corporal utiliza los músculos de la dinámica y de la estática, incrementándose cuando se trata de ejercicios intensos y repetitivos. Lo mismo ocurre en toda actividad deportiva, sea cual sea.

Por ejemplo, cuando corremos se contraen a la vez los músculos tónicos de la pantorrilla y el cuadríceps, un músculo principalmente dinámico. Sin embargo todo lo que es conveniente para los dinámicos, no lo es para los estáticos, de por si sobrecargados por su función de mantenernos constantemente erguidos, por lo que su desarrollo sistemático debido al movimiento, acaba por disminuir su longitud. La consecuencia de este desequilibrio es generalmente, que se provoque una lesión e incluso en ocasiones disfunciones articulares. 

El estado de los músculos estáticos condiciona en gran medida el de los dinámicos

Un músculo rígido al igual que un músculo demasiado distendido, es un músculo débil que comprimirá anormalmente la articulación específica sobre la que se extiende y frenará el movimiento, acortando la distancia entre la rigidez muscular y la patología articular. Una buena preparación física consistirá en eliminar estos «frenos», que derivan  de los diferentes problemas de retracción de las cadenas musculares antes de realizar cualquier movimiento, garantizando así un desarrollo muscular equilibrado que evite y prevenga acortamientos musculares, calambres, dolores, bloqueos articulares, deformaciones, contracturas, etc… 

Algunos deportes desarrollan únicamente ciertos músculos al trabajar de forma asimétrica.  De este modo, unos músculos se potencian y otros se inhiben debilitándose. El desequilibrio muscular puede surgir especialmente al practicar deportes en los que un lado del cuerpo es dominante como ocurre en el golf o el tenis. Tambíén puede aparecer por sobrecargar una sola parte del cuerpo como ocurre en el ciclismo o en la carrera, donde las extremidades inferiores se utilizan con más vigor que el tronco o las extremidades superiores.   

El trabajo de SGA es excelente para flexibilizar los grupos musculares demasiado rígidos.

Cualquier alteración en un músculo afecta al conjunto de la cadena del que forma parte, y a su vez, cualquier alteración en la cadena afecta a la función a la a la que está destinada. Partiendo de la base de que ningún músculo actúa solo al estar unidos en cadenas, el estiramiento analítico (de manera individual) de un músculo de la cadena provocará un acortamiento en otro punto de la cadena.    Fluidez en el gesto y relajación en el esfuerzo son las claves del Stretching Global Activo y aspectos que marcan la diferencia con los estiramientos tal y como se practican habitualmente.

Según el doctor Souchard, creador de este método, cualquier rigidez rompe la armonía y obliga a las compensaciones. Para alcanzar la perfección «muscularmente hablando» los principios del SGA ayudarán a obtener un buen resultado en la recuperación de los esfuerzos y problemas derivados de la práctica deportiva y de los malos hábitos posturales, en una alternativa eficaz a los estiramientos clásicos.  

Incluir SGA como parte del entrenamiento deportivo, revertirá en una buena estructura corporal y el mantenimiento de las curvaturas fisiológicas de la columna,  y un grado de movimiento articular óptimo a través del mantenimiento y conservación de las diferentes cadenas musculares, que nos ayudará a prevenir lesiones y recuperarnos mejor de las consecuencias de una actividad intensa y repetitiva. Aspectos como el bloqueo respiratorio, el acortamiento y rigidez muscular, el exceso de musculación, las lesiones recurrentes, o tendinitis, son algunos de los «inconvenientes» en la práctica deportiva a los que el SGA aporta una solución.

Practica SGA y disfruta del deporte sin inconvenientes

Marisa Rodriguez, profesora de Pilates y SGA. Fundadora de enesenciamovimiento

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