Joseph Pilates diseñó su método en torno a la idea del control muscular para evitar lesiones y dar resultados positivos. Para experimentar los beneficios que ofrece este método de acondicionamiento físico, resulta imprescidible ser consciente de los principios básicos que J.Pilates estabeció para su práctica: Concentración, Respiración. Centralización, Control, Precisión y Fluidez de movimientos.  

Concentración.- Es fundamental para poder conectar el cuerpo y la mente. Durante la realización de los ejercicios es clave concentrase en el área del cuerpo que se está trabajando y poner atención en sentir la actividad que se está desarrollando. Se debe prestar máxima atención a cada uno de los movimientos que se están haciendo, pensar en cada paso que se dará y ser consciente de las interrelaciones entre los movimientos del cuerpo, es decir, hacer que la mente intervenga en cada movimiento. Para ello resulta fundamental estar concentrados en aquello que hacemos, visualizar los ejercicios, pensar en aquellos músculos en los que nos vamos a centrar en cada momento, a menudo esforzándote por aislar uno o dos músculos y otras veces en coordinar multitud de ellos para que trabajen al mismo tiempo. Así se consigue conectar el cuerpo y la mente y trabajarlo como un todo uniforme. Por ello, la atención debe ser máxima en todo momento, y el movimiento muy consciente y controlado.  

Control.- Este principio está íntimamente ligado al de concentración. Los ejercicios hay que realizarlos de forma lenta, coordinada y controlada. Cada movimiento tiene una función específica y el control es esencial. Sin movimientos bruscos con el objetivo de favorecer un ejercicio más efectivo y evitar lesiones. El concepto de control en Pilates se refiere a conectar la mente y el cuerpo para adquirir autentica consciencia de nuestro cuerpo  

Precisión.- Este principio se centra mucho en calidad y no cantidad. La precisión en la ejecución de los movimientos es clave, concentrarse en realizar movimientos precisos y perfectos deriva del control exigido para realizarlos. Se realizan pocas repeticiones pero esforzándonos por hacerlas correctamente. En Pilates cada movimiento tiene un propósito y esto es vital para la ejecución correcta del ejercicio, por lo que es fundamental concentrarse en realizarlo de un modo preciso y perfecto. Como Joseph formulaba: «cada vez que hagas ejercicio, concéntrate en los movimientos correctos, si no los haréis mal y no servirán para nada».  

Respiración.- La correcta respiración es clave en Pilates y forma parte integral de cada ejercicio, siendo siempre coordinada con el movimiento. Una de las finalidades principales de Joseph al desarrollar su método consiste en lograr limpiar el torrente sanguíneo a través de la oxigenación y aumentar la eficacia de la asimilación del oxigeno y de la capacidad respiratoria, lo que le llevó a la conclusión de que la mejor técnica respiratoria es una exhalación plena y forzada que “exprima hasta el último aire de los pulmones”, seguida de una inhalación completa. Para ello es absolutamente necesario respirar correctamente y llevar un ritmo de inspiraciones y espiraciones completas adecuado durante la ejecución de los ejercicios ya que así se conseguirá expulsar el aire viciado del organismo y reabastecerlo de aire fresco logrando con ello revitalizar todo el sistema. Además, una buena respiración ayuda a controlar los movimientos y facilita la estabilización y la movilización de la columna vertebral y las extremidades. Por regla general, se inhalará para prepararse para un movimiento y se exhalará mientras se ejecuta.  

Centralización.- Como ya hemos visto anteriormente, Joseph Pilates desarrolló su sistema en torno a la idea del «Centro de Energía» o «Mansión del Poder». El centro abdominal es el centro energético del cuerpo, todo movimiento se inicia desde el centro. Debes realizar los movimientos como si te hubieses ceñido un corsé, hace los movimientos más seguros. Esta conexión logra el equilibrio entre la musculatura del abdomen y la espalda y esta conexión equilibra el resto del cuerpo.  

Fluidez de movimiento.- El cuerpo humano es un cúmulo de energías que fluyen por él constantemente. El método Pilates sigue las corrientes de algunas disciplinas como el Tai Chi defendiendo que los movimientos y ejercicios han de realizarse de forma lenta y continua. Durante la práctica del método es clave realizar los ejercicios con fluidez, ni muy rápido ni muy lento, de tal modo que, durante las sesiones, unos ejercicios conducen a otros de forma encadenada, evitando rupturas o cambios bruscos. De este modo se logra combatir la rigidez y se sigue un ritmo natural y adecuado, evitando el riesgo de lesiones en las articulaciones. En Pilates no existen movimientos aislados o estáticos, sino que se sigue el fluir natural del cuerpo.  

Existen otros principios muy importantes que el instructor ha de tener en cuenta a la hora de entrenarte para aprovechar al máximo la tabla de ejercicios y evitar lesiones como la Colocación de la Pelvis, El control de la caja torácica, La estabilización y movimiento escapular y La posición correcta de cabeza y cervicales.

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