No cabe ninguna duda, y está más que probado, que practicar el método Pilates durante el embarazo aporta innumerables beneficios a la salud de la embarazada durante la gestación y después del parto.
Sin embargo es muy importante tener claro que no todas las mujeres embarazadas pueden realizar ejercicio, por lo que es absolutamente imprescindible que ésta práctica este autorizada por un médico obstreta.
Practicar Pilates durante el embarazo, prepara el cuerpo para los cambios que se producen durante este periodo, conservándolo flexible y fuerte. Además, previene y mejora las molestias que acompañan al proceso, como los dolores de espalda o la ciática, mejora la circulación y ayuda a preparar nuestro cuerpo para el parto y la lactancia, favorenciendo una más rápida recuperacion post-parto
Aqui tienes diez de los numerosos beneficios que la práctica del método Pilates puede aportar, durante el embarazo y en el post-parto
1. Fortalece la pared abdominal, muy importante para contener de buena forma el aumento del tamaño del vientre, la fuerza expulsiva en el trabajo del parto, prevenir la diástasis de los rectos abdominales y disminuir la hiperlordosis lumbar provocada por el aumento de tamaño y peso del abdomen.
2. Disminuye la tensión generada en los músculos ya que se trabaja mucho la relajación y la elongación.
3. Fortalecimiento de la musculatura en general, lo que ayuda a la estabilidad articular que disminuye por el aumento de la laxitud ligamentosa en este período.
4. Mejora la capacidad respiratoria que se ve disminuida por el volumen fetal y por ende la oxigenación de los tejidos del bebé, ya que el método Pilates utiliza la respiración como un elemento esencial en todos sus ejercicios.
5. Disminuye la fatiga en las extremidades inferiores, y edemas, mejorando el retorno venoso, lo que previene o disminuye el riesgo de desarrollo de varices.
6. Mantiene y mejora la movilidad de las articulaciones, al ser un ejercicio suave y sin impacto.
7. Fortalece el suelo pélvico ayudando a mejorar la fuerza expulsiva durante el momento del parto, y a la recuperación post-parto de estos músculos, manteniendo el adecuado control de esfínter y evitando la incontinencia urinaria.
8. Ayuda a preparar la parte superior del cuerpo (brazos, cervicales…) ante las demandas de cuidado del recién nacido (lactancia, transporte del bebé, cambio de pañales…).
9. Promueve una buena postura durante y después del embarazo mejorando la conciencia corporal y fomentando por tanto una buena higiene postural.
10. Mejora la estabilidad lumbopélvica y por tanto, disminuye el riesgo de padecer patologías derivadas del embarazo, lumbalgias, ciatalgias, o dolor sacroiliaco, entre otras.
Practicando el Método Pilates al menos en los últimos seis meses del embarazo, te aseguras un embarazo con más ánimo y energía, menos probabilidades de lumbagos, ciáticas, edemas, varices y un post-parto más breve y con menores riesgos de problemas.
¡¡¡Practica Pilates y vive y disfruta este período tan importante de tu vida de forma saludable!!!