Como ya he comentado en entradas anteriores, la hernia discal, es una patología del disco intervertebral, que produce entre otros problemas, la compresión dolorosa de raíces nerviosas.  Esta demostrado que el método Pilates,  es muy beneficioso en este tipo de patologías, sobre todo, por su trabajo de elongación axial, que ayuda a liberar la presión sufrida por los discos intervertebrales. Pero existen muchas y poderosas razones para practicarlo si padeces una hernia o protusión discal, siempre que se realice bajo la supervisión de un instructor debidamente cualificado, que adapte las clases a las necesidades de cada fase del proceso.  Aquí tienes algunas:
 
1Reeducación postural muy efectiva eliminando los malos hábitos posturales que son las principales causas de desequilibrios y patologías en la columna vertebral.
 
2Fortalece la musculatura de la espalda (dorsal y lumbar) para mantener la columna bien alineada y evitar posturas forzadas, previniendo futuras lesiones.
3Músculos más flexibles para prevenir la rigidez.
 
4Estirar y relajar los músculos tensos para aliviar el dolor.
 
5Elongación axial para aliviar la presión y aumentar el espacio intervertebral para mejorar vascularización de vasos y nervios.
 
6Mejora la movilidad articular.
 
La practica del método Pilates, es muy recomendable, ya que es de bajo o nulo impacto, pero ante todo deberás seguir las recomendaciones de tu médico antes de empezar cualquier ejercicio. Si eres instructor, esta guía gratuita te ayudará a abordar este tipo de patologías en tus clases. Haz click aquí para descargarla. Si acudes a clases de Pilates regularmente y sigues las pautas de tu instructor, conseguirás reeducar tu postura, y fortalecer y flexibilizar la musculatura, lo que hará mejorar notablemente e incluso disminuir el dolor, previniendo futuras lesiones. 

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