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Habilidades de enseñanza

«El reto de la autopráctica: Reflexiones desde el corazón de una instructora de Pilates»

Hola querido instructor,

El post de hoy es un poco diferente.

Hoy vengo a compartir algo con lo que estuve luchando cuando tenía mi propio estudio de Pilates, y ha estado revoloteando en mi mente últimamente. Es algo con lo que, sinceramente, creo que muchos instructores de Pilates y dueños de estudios/negocios pueden identificarse.

¿A qué me refiero?

Hablo de la autopráctica. Bueno más bien de la falta de ella.

Es decir, hacer por nosotros mismos lo que enseñamos a los demás a hacer.

Como propietarios de estudios de Pilates, invertimos todo nuestro amor y energía en nuestro trabajo, haciendo lo que amamos día tras día. Pero cuando llega el momento de cuidarnos a nosotros mismos, lo dejamos para después.

Vamos, lo de «en casa del herrero, cuchillo de palo» de toda la vida.

Nos aseguramos de que nuestros alumnos tengan los cuchillos más bonitos y las herramientas para mantenerlos así, pero cuando se trata de nuestros propios cuchillos… nos descuidamos.

Imagina esto: Te despiertas temprano por la mañana, tus pensamientos se centran en el día que tienes por delante, en tus clases, en tus alumnos, en tu negocio. Pero, ¿qué pasa contigo? ¿Cuándo fue la última vez que te detuviste realmente para cuidarte tu?

Antes y durante mi formación como instructora, practicaba mucho Pilates. Pero, a medida que mi negocio creció y mis responsabilidades aumentaron, dejé de priorizar mi propia práctica. Estaba tan inmersa en el ritmo de trabajo, y tan preocupada en dar a mis clientes la mejor experiencia posible, que me olvidé de mí misma en el proceso.

Siempre había algo más importante que hacer, preparar o solucionar ¿me sigues?

La autopráctica, o el acto de hacer por nosotros mismos lo que enseñamos a los demás, es algo con lo que muchos instructores de Pilates y propietarios de estudios se enfrentan en su día a día. Nos involucramos a tiempo completo, con pasión y dedicación, dando a nuestros clientes todo lo necesario para que alcancen sus metas, que nos olvidamos de aplicar esos mismos principios a nuestra propia vida.

Un día, mientras observaba cómo mis alumnos perfeccionaban sus movimientos y disfrutaban de los beneficios de Pilates, me descubrí reflexionando sobre mi propia práctica. ¿Cuánto tiempo dedicaba realmente a mi propio bienestar y desarrollo?

No me gustó la respuesta. Por eso, decidí hacer un cambio y me comprometí a dedicar tiempo cada mañana a algún tipo de movimiento solo para mí (y hasta ahora lo sigo a rajatabla). No solo Pilates, aunque eso siempre será una parte importante, sino también caminar, hacer senderismo, ejercicios de fuerza, yoga, TRX, lo que mi cuerpo necesite en ese momento.

Es mi manera de reconectar con la esencia de Pilates, de recordarme a mí misma por qué me enamoré de esta disciplina.

Y nada más querido instructor. Esta es la reflexión que quería compartir hoy contigo y si te has sentido reflejado, para terminar te dejo algunas cosillas que podrían ayudarte a fortalecer tu compromiso con tu práctica personal y a mantenerla como una parte esencial de tu estilo de vida como instructor.

  • Hazlo una prioridad: Programa tiempo para ti en tu agenda diaria y haz que sea una prioridad tanto como lo haces con tus clientes.
  • Establece metas alcanzables: No te presiones demasiado. Establece metas realistas que puedas mantener en el tiempo.
  • Sé amable contigo: No te castigues si un día no puedes practicar como quisieras. Lo importante es ser constante y hacer lo mejor que puedas en cada momento.
  • Crea un ambiente inspirador: Dedica un espacio en tu hogar o estudio exclusivamente para tu práctica de Pilates. Personalízalo con elementos que te inspiren, para que te sientas motivado cada vez que practiques.
  • Haz de la autopráctica un ritual diario: Establece un ritual diario para tu práctica personal de Pilates. Puede ser tan simple como encender una vela aromática, poner música relajante y dedicar unos minutos a la práctica de Pilates antes de comenzar tu día.
  • Comparte tus experiencias: Habla con otros instructores y comparte tus desafíos y triunfos en cuanto a la autopráctica.
  • No te limites solo al Pilates. Ponemos nuestro corazón y alma en nuestro negocio, haciendo lo que amamos día tras día. Pero cuando se trata de nuestro tiempo personal, lo último que queremos hacer es más de lo mismo. Explora otras formas de movimiento que te inspiren y te ayuden a mantenerte en equilibrio.
  • Encuentra un compañero de práctica: Busca un compañero de práctica, ya sea otro instructor de Pilates o un amigo, con quien puedas comprometerte a practicar regularmente.
  • Aprovecha al máximo tu tiempo libre: Identifica momentos durante tu día en los que puedas integrar la práctica de Pilates de forma natural, como durante los descansos entre clases o mientras esperas a que comience tu próxima sesión. Aprovecha estos momentos para hacer algunos ejercicios de estiramiento o fortalecimiento.
  • Establece metas claras: Define metas específicas y alcanzables para tu práctica personal de Pilates. Pueden ser objetivos relacionados con la mejora de tu técnica, el logro de ciertos ejercicios o la incorporación de nuevas habilidades. Establecer metas te ayudará a mantenerte enfocado y comprometido con tu práctica.
  • Participa en retos o desafíos: Únete a retos de Pilates en línea o crea tu propio desafío personal para mantener tu práctica motivadora. Los retos pueden incluir mejorar ciertos ejercicios, practicar durante un período de tiempo determinado o explorar diferentes variaciones de ejercicios.
  • Programa sesiones regulares de autocuidado: Aparta tiempo en tu agenda para sesiones regulares de autocuidado, que incluyan no solo tu práctica de Pilates, sino también actividades como masajes, baños relajantes o sesiones de estiramiento profundo. Priorizar tu bienestar físico y mental te ayudará a mantenerte equilibrado y motivado.
  • Invierte en tu formación continua: Continúa aprendiendo y desarrollando tus habilidades como instructor de Pilates participando en cursos, talleres y conferencias. Al seguir aprendiendo y creciendo profesionalmente, renovarás tu pasión por la práctica y estarás más motivado para integrarla en tu vida diaria.
  • Recuerda, cuidarse a sí mismo es esencial para poder cuidar de los demás.

Ahora, me encantaría saber. ¿Cómo encuentras tiempo para tu propia práctica? ¿Qué obstáculos enfrentas y qué estrategias has encontrado útiles para superarlos?

Comparte tu historia y consejos en los comentarios.

Nos vemos en el próximo post con todo lo que se sobre Pilates 😉

Un abrazo,

Marisa

Profesora certificada del método Pilates

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