Streching Global Activo. SGA

Los músculos aductores y sus funciones.

En el último artículo que he escrito para la revista cmdsport, explico alguno de los ejercicios de Pilates,  que ayudan a  fortalecer los músculos aductores de la cadera, situados en el interior del muslo,  y cuya función principal es aproximar el muslo a la línea media, es decir, juntar las piernas.    

En este post, me gustaría ampliar la información sobre estos músculos, tan importantes para el movimiento y estabilidad de nuestras piernas, y que son una gran fuente de lesiones.

Haré un breve repaso anatómico, sin extenderme demasiado para no cansarte, de la función que realiza cada uno de ellos.

Estoy segura de que conocer mejor su funcionamiento, te ayudará a entender como influyen los movimientos de la pierna y la cadera en la estabilidad de la pelvis.   

Nuestros músculos aductores, se dividen en aductores cortos (pectíneo, aductor mediano y aductor menor) que se originan en la cara anterior del hueso púbico, descendiendo por el interior del muslo para insertarse en la parte posterior del fémur, cuya función, es la de aducir las piernas, es decir acercarlas entre sí, y rotarlas hacia el exterior; y el aductor largo (grácil o recto interno). Un músculo largo y delgado, que al igual que los aductores cortos, se origina en la cara anterior del hueso púbico y discurre por la parte interna del muslo y la rodilla, insertándose en la zona superior interna de la tibia. Este aductor, flexiona las articulaciones de la cadera y de la rodilla.   

Todos ellos colaboran además, en la inclinación de las caderas en anteversión, (hacia delante) aumentando  el arco de la región lumbar. Los aductores también ayudan de diferentes formas, en la flexión de la cadera, la extensión, la rotación lateral y la estabilización de las piernas al correr o al caminar.     

Estos músculos, necesitan ser flexibles para permitir la apertura del miembro inferior, pero también deben estar fuertes para poder cerrarlo.   

Trabajar esta musculatura, en nuestras sesiones de entrenamiento, incorporando ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad, es la mejor medida preventiva,  para contribuir a la mejora del tono y flexibilidad muscular de la pierna, y estabilidad de la pelvis, evitando así problemas de espalda.   

Hay que tener en cuenta que  estos músculos se tensan y acortan con relativa facilidad, si permanecemos sentados mucho tiempo o no hacemos apenas ejercicio, pero también por la practica de múltiples deportes como el fútbol, esquí, ciclismo, marcha o carrera, donde son frecuentes distintas patologías como tendinitis y desgarros o roturas fibrilares, al  exigir en su práctica, desplazamientos con cambios bruscos de dirección e impactos (con balón), por lo que el estrés sobre dichos músculos es aún mayor aumentando el riesgo de lesión.   

Además en nuestra vida diaria no los estiramos de forma habitual, no son comunes los movimientos en los que sea necesario separar mucho las piernas, ni al andar, correr, sentarse o tumbarse.

Recordemos que la retracción de los aductores tira de las rodillas hacia adentro, gira los músculos anteriores de la pierna en rotación interna y los pies parecen planos. También aumentan el riesgo de distensión en los músculos inguinales, si los aductores están tensos.   

El equilibrio muscular de estos y todos los músculos está determinado por la relación entre el tono y la longitud. Un músculo rígido, al igual que un músculo demasiado distendido, es un músculo débil, que comprimirá anormalmente la articulación específica sobre la que se extiende, y frenará el movimiento, acortando la distancia entre la rigidez muscular y la patología articular.

Por lo tanto, para mantener los aductores en un estado óptimo de funcionalidad, es tan necesario fortalecer como estirar.   

En este post te cuento como mantenerlos flexibles a la vez que fuertes, con una de las autoposturas de corrección, del Stretching Global Activo, con la que a vez que estiramos, fortaleceremos los aductores, evitando las compensaciones y cualquier riesgo de lesión, con el objetivo de conseguir la flexibilidad ideal, es decir, la que permite obtener la amplitud articular perfecta a todos los niveles y un desarrollo muscular sin rigidez evitando compensaciones.    

Marisa Rodriguez profesora de Pilates y SGA

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